Era 1998 y, cada vez que alguien mencionaba la palabra «internet», ésta solo me significaba misterio y curiosidad. Aún lo es. Todavía recuerdo la sensación de abrir Internet Explorer para escribir, letra por letra, casi como un mantra, «hache te te pe, dos puntos, diagonal diagonal, triple doble ve, algún sitio punto com».
Categoría Artículo: Antonio La Fuente
La promesa de la desorganización
El mundo está plagado de organizaciones que institucionalizan consensos más o menos democráticos, o valores más o menos impuestos. Gran parte de su actividad se orienta a la producción y reproducción de prácticas y argumentos que fortalezcan sus principios constitucionales y mejoren su legitimidad social.