Cómo hacer una radio

• Presentación
• Introducción
• Materiales
• Paso a paso
• Consejos
• Recursos

Para poner en funcionamiento una radio, necesitamos crear una mínima estructura de trabajo que nos permita crear contenidos, grabarlos y emitirlos, y darlos a conocer. De este modo, las tres líneas fundamentales de trabajo de cualquier radio son el eje de contenidos, el técnico y el de difusión. Desde Radio Guerrilla proponemos que todos los integrantes de la radio sean capaces de realizar la actividad vinculada a cada uno de estos tres ejes ya que, de esta manera, ganaremos autonomía y flexibilidad.

También podemos ir cambiando de eje según sea necesario, prestando apoyos en las distintas fases del trabajo, y además podemos responder de forma ágil ante la ausencia de algún miembro en el equipo o frente a nuevas incorporaciones. Por eso es importante que rotemos en las tres áreas de trabajo para aprender en cada uno de esos entornos y aportar un punto de vista complementario.

Comunicación interna: coordinación

Para organizarnos internamente, podemos hacer uso de varias herramientas teniendo en cuenta el número de personas que conforman nuestro proyecto y las necesidades de comunicación en términos de urgencia que podamos tener. De esta forma, si somos 3 o más personas, es interesante abrir una lista de correo que nos permite enviar un mismo mensaje a varias personas a la vez. Así no nos olvidaremos de nadie cuando mandemos un correo o cuando respondamos, y todo el mundo estará al tanto de las novedades o discusiones que se estén produciendo en el grupo ya que los mensajes no se eliminan aunque uno lo borre de su bandeja de entrada.

Podemos crear una lista de correo de forma gratuita en GNU Mailman (software libre) o en Google Groups (software privativo), donde podremos agregar o eliminar rápidamente a los miembros del proyecto. respetar una cierta netiqueta, es decir, unas normas de comportamiento que todos acordamos para no saturar el correo de los demás con mensajes que no aportan información y sólo generan ruido. Pero, como a veces puede haber alguna situación que requiera una resolución urgente, también es recomendable tener un grupo de WhatsApp o de Telegram en el que estén todas las personas que forman parte del proyecto.

Hay que diferenciar el uso de estas dos herramientas y, por ejemplo, no usar el espacio destinado a las «urgencias» para tratar temas de fondo o resolver discusiones largas. Es mejor usar para eso la lista de correo que permita un desarrollo de ideas de forma más pausada o, incluso mejor, tener reuniones presenciales periódicas que nos permitan aclarar puntos de vista, resolver conflictos, etc.

1. Redacción: creamos el contenido

Como el objetivo último de una radio es comunicar una serie de contenidos, lo primero que tenemos que hacer es decidir qué queremos contar y cómo queremos hacerlo. De esta forma, definiremos nuestro programa dándole un nombre y describiendo el contenido y la temática que va a tratar. En este eje se engloban las tareas del equipo de redacción, producción y locución. Gran parte de la personalidad de un programa recae sobre este eje de trabajo que se responsabiliza del diseño y la estructura del programa, de las labores de producción y gestión de contactos, de la redacción del guión y la locución del mismo, de la selección de efectos, recursos sonoros y de la elaboración de cuñas, carátulas y otros sonidos pregrabados que utilizaremos durante nuestra emisión.

Desde Radio Guerrilla, para estas tareas utilizamos la metodología colaborativa como una herramienta efectiva que nos permite sacar mayor partido a nuestra creatividad y productividad. Para proporcionar contenidos a nuestra emisión organizaremos un equipo de trabajo, conformado por:

• productores, producción del programa y contacto con los invitados,
• redactores, desarrollo del contenido escrito del programa, y
• locutores, para poner voz a todo el trabajo.

El papel de todos ellos puede ser intercambiable y, de hecho, para que la metodología colaborativa que proponemos sea efectiva, debe ser asumido por todos los miembros del equipo de redacción, y aplicaremos un funcionamiento horizontal (sin «jefes», el trabajo de todos los componentes tiene el mismo valor).

1.1. Herramientas de trabajo

Para que todos los miembros de la redacción podamos trabajar de manera colaborativa utilizaremos herramientas online accesibles desde cualquier terminal conectado a internet (ordenador de sobremesa, portátil, tablet, móvil…). Podemos trabajar con:

• Piratepad o Hackpad (software libre): pads de trabajo abiertos.
• GDrive (Google) o One Drive (Windows):
  • documentos de texto, para crear guiones o escaletas;
  • hojas de cálculo, para tener una agenda de contactos.

Con estas herramientas, nos ponemos a trabajar y elaboraremos de forma colaborativa dos documentos fundamentales para el programa:

• el guión, con la información necesaria para realizar nuestro programa con los contenidos hablados y técnicos,
• y la escaleta, que es el resumen técnico y temporal del guión.

Además, para trabajar en la redacción, estableceremos unas pautas de comportamiento que se ajusten al concepto de «colaborativo», es decir:

• deben participar del proceso TODOS los miembros del equipo;
• se debe establecer una temporalidad (cuándo se abre el documento y cuál es la fecha límite para escribir en él);
• todos los miembros deben renunciar a la autoría del documento con el objetivo de que sea el colectivo el que la asuma;
• el equipo al completo debe quedar satisfecho con el resultado final y ser capaz de ver en el «total» cómo ha quedado integrada su parte.

1.2. Redacción colaborativa

A las pautas generales de comportamiento colaborativo, desde Radio Guerrilla hemos añadido otras basándonos en nuestra experiencia dinamizando grupos de personas que se están iniciando en radio colaborativa. La redacción de guiones radiofónicos y la preparación previa de todo lo necesario para sacar adelante un programa de radio con mucha frecuencia están sometidos a sprints que necesitan una agilidad y una coordinación muy por encima de lo que suele ser habitual en otras disciplinas.

Es por ello que sentimos la necesidad de llevar al extremo la experiencia colaborativa y la aplicación de metodologías ágiles. Por tanto, desde Radio Guerrilla proponemos que:

• cuando un miembro del equipo entre a editar el texto, pueda cambiar o borrar lo que le parezca sin que la persona que creó ese texto pueda sentirse molesto;
• no pidamos permiso ni negociemos nunca la edición que nos disponemos a realizar;
• la única premisa que debe prevalecer a la hora de cambiar o borrar lo preexistente es la de «mejorar» lo que ya hay escrito, con lo que debemos eliminar de la ecuación el miedo que sentimos a tocar o que nos toquen un texto.

Para que este proceso se lleve a cabo es importante la confianza en el grupo y creer en la inteligencia colectiva por encima de las capacidades individuales. Incluso en grupos de personas que se acaban de conocer se puede conseguir esta «confianza» que, en un desarrollo natural requiere de mucho más tiempo. El truco es ver al grupo como una extensión de nuestras propias capacidades y «permitirnos» confiar en que la integración de las partes genera un ‘todo’ mucho más nutrido que las aportaciones individuales.

De esta manera, que a primera vista puede chocarnos y parecernos «radical», entendemos que produciremos un texto realmente colaborativo en el que, además de eliminar la autoría individual y los egos de los miembros del equipo, conseguimos aumentar la eficiencia del trabajo, enriqueciendo la producción y disminuyendo los tiempos efectivos de trabajo.

Esta dinámica debe estar en constante recordatorio y perfeccionamiento para adecuarse a la evolución de los equipos de trabajo. Si bien en un principio es costoso para los redactores renunciar a la idea de «autoría» personal, en cuanto se observan los beneficios del sistema se trabaja cómodamente, pero no nos relajemos: se tiende rápidamente a un reparto de «papeles» en el equipo.

Suele aparecer el papel del «iniciador» (la persona que crea el documento e inicia el texto), el «finalizador» (la persona que remata y pule detalles finales), el «especialista» (la persona que por tener conocimientos determinados es más respetado y sus textos se editan menos) y otros roles que dificultan el enriquecimiento que el trabajo colaborativo proporciona.

1.3. Continente y contenido

El formato y los contenidos de nuestro programa pueden ser tan variados como nuestra imaginación abarque. Desde programas largos de dos horas de duración en los que analizamos en profundidad algún tema hasta pequeñas piezas de escasos minutos en los que recogemos opiniones de la calle o contamos una breve historia. El formato podcast está revolucionando la forma y el fondo de la radio. A los formatos clásicos de entrevista, tertulia, debate, reportaje, crónica o radio-dramatización podemos añadir todo aquello que se nos pase por la cabeza pero, eso sí, tenemos que ser siempre muy organizados y recordar que los tiempos son muy importantes.

Los formatos que incluyan invitados (entrevistas, debates, etc.) pueden parecernos complejos si nunca nos hemos enfrentado antes a ellos, pero pronto nos daremos cuenta de que la dificultad no está en las personas, sino en el tiempo. Podría parecer que media hora de entrevista es mucho tiempo, pero normalmente se queda corto si el invitado tiene cosas interesantes que contarnos y facilidad para expresarlo. Y, si hay más de un invitado, es seguro que se quedará corto. El desafío entonces es controlar mucho los tiempos, ir al grano con nuestras preguntas y saber cortar (siempre con amabilidad) las intervenciones de los invitados si se alargan demasiado.

Para hacer entrevistas no necesitamos ser periodistas. El tono que le demos dependerá del tipo de programa que estemos haciendo y lo importante es que nos sintamos a gusto con el entrevistado y él se sienta a gusto con nosotros. ¿Y cómo conseguimos eso? Fácil: charlamos con la persona invitada sobre lo que sabe y de forma relajada. Así la conversación fluirá sin problemas. Debemos trabajar mucho en crear buen ambiente, tanto en los contactos previos como en la misma entrevista. Hay un truco que no falla: intentemos usar música que pueda interesar al entrevistado, para que se lleve algo agradable y no venga solo a contar su historia.

Como os imaginaréis, todo lo que hemos comentado hasta ahora lleva un buen trabajo previo. Cuando nos sentamos a entrevistar a alguien, tenemos que habernos preparado antes la entrevista y eso no consiste sólo en elaborar el guión. Es importante habernos informado bien del tema que vamos a tratar. Cuanto más sepamos del tema, más seguros nos sentiremos y mejor saldrá la pieza que hayamos decidido hacer. Esta norma no falla nunca.

1.4. Producción

La producción del programa, es decir, selección de la temática, búsqueda de recursos (música, pequeñas piezas de audio ilustrativas, información que nos permita elaborar un buen guión…), selección de invitados y contacto con los mismos es la base sobre la que se asienta un buen programa de radio. Proponemos para desarrollarla una lógica simple pero efectiva: quien propone una temática para el programa, y es aceptada por el grupo, debe encargarse de la producción.

Este método presupone que quien hace una propuesta está especialmente interesado en el mismo y va a disfrutar enormemente (objetivo prioritario) realizando las tareas asociadas a la producción. Evidentemente este método siempre es matizable: solicitando ayuda al resto del equipo para contactar a determinado invitado, preguntando a un compañero que puede saber más que uno mismo sobre determinado tema y poniendo en común siempre todos los avances de la producción a través de las herramientas colaborativas de las que disponemos. Siguiendo con la metodología colaborativa, nos acostumbraremos a preparar una agenda de programación compartida, a hacer la selección de contenidos y producción de un programa, a organizar una base de datos de contactos que nos permita facilitar las tareas de producción a la persona iniciadora.

Una vez hayamos tomado contacto con todas estas herramientas técnicas y metodológicas vinculadas al eje de redacción sólo necesitamos:

• decidir qué queremos contar,
• buscar información, contactos, recursos sonoros,
• y… ¡empezar a escribir el guión y la escaleta de nuestro programa!

2. Técnica: montamos el estudio de radio

Cuando ya tenemos la chicha, es decir, el contenido de nuestro programa, pasamos a la realización técnica: la grabación y emisión (si procede). Aunque normalmente solemos identificar la parte técnica de un proceso como algo complejo, desde Radio Guerrilla la hemos simplificado para que cualquiera pueda aprendercualquiera pueda aprender y controlar este ámbito sin ser previamente ningún experto en el tema.

Saber hacer la técnica de una radio implica, entre otras cosas, cacharrear con los aparatos:

• montar y desmontar físicamente el estudio con todos sus componentes, y, si fuera necesario, transportar el equipo de emisión;
• hacer los controles, es decir, grabar y emitir en directo, lo que irremediablemente nos llevará a entrar en contacto con software de edición de audio;
• aprender a hacer montajes sonoros y a editar nuestras grabaciones para pulirlas antes de publicarlas.

Intentando simplificar al máximo un estudio de radio, podemos identificar tres partes principales, según la función que vaya a hacer cada módulo: el de sonido, el informático y el conversor analógico-digital (AD/DA).

También necesitaremos configurar el canal de emisión en directo de nuestra radio por internet, el famoso streaming. Por último, hablaremos de las funciones que pueden asumir nuestros dispositivos móviles (smartphones y tablets).

2.1. El módulo de sonido

Este módulo está compuesto por la mesa de mezclas, los micrófonos (con sus pies y espuma paravientos), altavoces, el distribuidor de auriculares, los auriculares y todo el cableado accesorio. La función fundamental de este módulo es capturar nuestras voces, ecualizarlas, ajustar sus volúmenes y mezclarlas con la música y los sonidos que reproducimos desde nuestro ordenador, mientras todos los participantes del equipo pueden escuchar esta mezcla final por auriculares.

ACLARACIÓN: Descripción basada en el montaje de un estudio de radio con mesa de mezclas SoundCraft EPM6, micrófonos Sennheiser e835, distribuidor de auriculares Fonestar FDA-4 y tarjeta de sonido externa Behringer UCA202. Con otros modelos, el montaje puede ser ligeramente diferente.

Al disponer todos los materiales sobre la mesa lo primero que tendremos será una maraña de cables. Pongamos un mínimo orden:

• Micrófonos

Identificaremos primero los ‘canales de micro’ de la mesa de mezclas, situados a la izquierda y numerados del 1 al 6 en el modelo de mesa que hemos tomado como ejemplo. Conectaremos cada micrófono a su canal correspondiente con un cable XLR3 macho-hembra (conocidos coloquialmente como ‘cables de micro’ o ‘cables canon-canon’). Dejamos cada micrófono en su pie de micro y le ponemos su espuma paravientos correspondiente.

• Altavoces

Conectamos un cable desde la salida ‘monitor out’ de nuestra mesa hasta los altavoces. Necesitaremos un cable que en un extremo tenga 2 conectores jack mono de 6.3 pulgadas. En el otro extremo el cable tendrá que tener el conector que necesiten nuestros altavoces.

• Auriculares

Conectaremos un cable desde la salida de auriculares indicada en la mesa como ‘phones’ hasta el distribuidor de auriculares, que tiene una toma ‘input’. Este cable debe tener conectores jack estéreo de 6.3 pulgadas en ambos extremos. Lo hacemos así para poder conectar 4 auriculares simultáneamente, para que cada locutor tenga sonido por auriculares con su volumen independiente.

• Tarjeta de sonido

Por último, conectamos a la mesa nuestra tarjeta de sonido externa. Hacen falta dos cables, ambos con conectores 2-RCA en un extremo y doble jack mono de 6.3 pulgadas en el otro extremo. Conectamos de la siguiente manera:

• un cable desde el input de la tarjeta a la salida ‘REC OUT’ de la mesa de mezclas;
• otro cable desde el output de la tarjeta a la entrada ‘stereo 1′ de nuestra mesa;
• finalmente, el conector USB de la tarjeta lo conectamos a nuestro portátil.

2.2. El módulo informático

Compuesto por el ordenador, la conexión a internet y el software que necesitamos tener instalado. Este módulo tiene tres funciones fundamentales: es nuestro reproductor principal de música y sonidos, es el dispositivo que grabará la mezcla que salga de la mesa y será el encargado de lanzar la emisión por el canal de streaming, que debemos tener configurado previamente.

Se encarga de digitalizar todo lo que sale del módulo de sonido. También incluye reproductores (de nuestra música en MP3, por ejemplo) y todo lo necesario para emitir en streaming. Se compone de:

• Un ordenador: no hace falta que sea un dispositivo último modelo; podemos tener instalado cualquier sistema operativo, ya que la mayor parte de los programas que recomendamos en esta guía son multiplataforma, y hay numerosas alternativas para los que no lo son.
• Aplicaciones informáticas:
  • de reproducción: Winamp, ZaraRadio, Iradit, iTunes, Virtual DJ, Mixxxx…
  • de grabación y edición: Audacity, Adobe Audition, Sound Forge, Nero Wave Editor, Gold Wave, Ardour…
  • de emisión por streaming: RaditCast, SAM Broadcast, BUTT (broadcast using this tool)…
  • de automatización: AirTime, Zara, Rivendell…

2.3. El módulo AD/DA (analógico-digital/digital-analógico)

Se compone deuna tarjeta de sonido externa y de su cableado correspondiente. Esta tarjeta es un conversor AD/DA (analógico-digital y viceversa) que nos permite establecer una comunicación bidireccional entre el módulo informático y el de sonido.

Este aparato conecta el módulo informático y el de sonido, es decir, conecta la mesa con el ordenador de tal forma que es capaz de llevar a la mesa lo que se reproduce por el ordenador, y al mismo tiempo graba en el ordenador lo que se reproduce por la mesa. ¡Pero atención! Tiene que realizar estas dos tareas al mismo tiempo y sin hacer bucles, es decir, sin acoples que producen esos ruidos tan desagradables que todos conocemos.

Este es el motivo por el que no utilizamos las salidas de audio de auriculares y micrófono que llevan integrados los portátiles, que suelen dar bastante mala calidad de sonido y en la mayoría de modelos provocarían acoples al hacer la reproducción y la grabación simultáneamente.

El cableado de la tarjeta de sonido externa se conecta al portátil por un puerto USB, y a la mesa de mezclas con dos cables de la forma que hemos explicado en el apartado 2.1.

Cuando hayamos conectado nuestra tarjeta al puerto USB del portátil deberemos seleccionarla con fuente de sonido de reproducción y grabación en las aplicaciones de sonido que vayamos a utilizar.

2.4. Emisión por internet: streaming

Cuando hablamos de streaming nos referimos a la emisión en directo de nuestros audios a través de internet. Todo lo que reproducimos desde nuestro estudio puede ser escuchado en tiempo real, desde un reproductor insertado en una web, por ejemplo.

Las conexiones a internet de las que disponemos tienen unos anchos de banda limitados, por lo que no podemos dar servicio a todos nuestros oyentes directamente desde nuestro ordenador. Para ellos utilizamos ‘canales de streaming’: enviamos nuestra emisión de audio a un servidor, que multiplicará la señal para cientos o miles de oyentes simultáneamente.

Se pueden obtener canales de streaming gratuitos como GISS.tv o StreamPunk, y también de pago como el ofrecido por el Taller de Producción Digital (TPD), a muy bajo coste.

Una vez registrado nuestro canal de streaming necesitaremos configurar el software que vamos a utilizar para conectarnos a él, en nuestro caso Simple Cast. Para ello deberemos crear un nuevo encoder en el que deberemos indicar qué tipo de servidor vamos a utilizar (ShoutCast, IceCast o Live365), el nombre de nuestro servidor de streaming, el puerto por el que emitimos y la contraseña que hayamos indicado. Todos estos datos nos los pasará el proveedor de nuestro canal de streaming.

Además al crear el encoder en nuestro programa de streaming deberemos seleccionar la calidad del audio que vamos a emitir. Habitualmente se utiliza una emisión en MP3 con unos bitrates entre 64 y 128 Kbps, y siempre a 44.100 Hz y en stereo. Con esta calidad, cada minuto de audio ocupa entre 0,4 y 0,95 Mb respectivamente.

Cuanto más alto sea el bitrate, mayor será la calidad del sonido, pero debemos tener en cuenta que si subimos mucho la calidad de la emisión podemos producir cortes tanto en nuestra emisión como en la recepción de los oyentes.

Conviene resaltar que necesitaremos una conexión a internet lo más estable posible. Lo más deseable es conectar nuestro ordenador por conexión LAN, si no es posible lo haremos por WiFi, y en último caso daremos conexión a nuestro ordenador con un pincho 3G-4G o a través de nuestro móvil, como explicaremos en el apartado siguiente.

Ya estamos emitiendo en directo, pero ¿cómo se nos puede escuchar?

• Ponemos un reproductor en nuestra web. Buceando un poco por internet es fácil encontrar reproductores para incrustar en html, en los que solo tendremos que editar el link al que apunta la escucha.
• También queremos que se nos pueda escuchar desde dispositivos móviles. Si damos de alta nuestra emisora en TuneIn la emisión estará disponible en su aplicación gratuita multiplataforma. Así estaremos en el bolsillo de millones de personas sin necesidad de desarrollar ninguna app propia.

2.5. Dispositivos móviles

Durante el montaje de nuestro estudio de radio no nos olvidemos de los smartphones y tablets. Dispositivos móviles y conectados que solemos tener a mano y que pueden ser buenos aliados para añadir algunas prestaciones extra a nuestro estudio radiofónico.

• Fuente de audio

Podemos conectar nuestro smartphone o tablet a la mesa de mezclas y utilizarlo para reproducir audios: canciones, efectos y cuñas que pueden ser disparados directamente desde la persona que está en la mesa de control, o desde cualquier otro locutor que tenga el móvil ya que se puede ajustar el volumen desde el propio dispositivo.

Para utilizar los aparatos de esta manera lo único que tenemos que hacer es conectar un cable desde la salida de auriculares del dispositivo (normalmente con un conector jack estéreo 3.5) hasta una de las entradas de línea de la mesa de mezclas (en nuestro ejemplo podemos conectarlo en stereo 2).

• Fuente de datos

Cuando hayamos montado nuestro estudio en un lugar en el que no haya internet podemos utilizar nuestro smartphone o tablet para dar datos al ordenador y emitir en directo. Para hacer esto tiene que haber al menos cobertura 3G y, en el caso de tablets, no nos servirán las que únicamente se conecten por WiFi, debemos utilizar una tablet 3G. Llegado este punto lo único que tenemos que hacer es activar la función tethering de nuestro móvil (‘compartir internet y zona WiFi’) y conectar el portátil de nuestro estudio a la red WiFi que se creará desde nuestro móvil.

Algunos consejos a tener en cuenta cuando hagamos esto:

• Desactivar todas las funciones de nuestro ordenador que estén consumiendo internet en segundo plano, así como las actualizaciones automáticas de nuestro SO (Windows, MacOS o Ubuntu).
• Evitar reproducir audios desde Youtube, Spotify y otras aplicaciones con gran consumo de datos en red. Todos estos audios debemos tenerlos guardados previamente en local.
• Bajar la calidad de emisión de nuestro streaming al mínimo aceptable, por ejemplo a 64 kbps, para reducir el consumo de datos de nuestro móvil. Si lo hacemos así, consumiremos unos 30 Mb por hora de emisión, que es aceptable para la mayor parte de los planes de datos que nos ofrecen los operadores de telefonía móvil.
• El consumo de batería del móvil cuando activamos esta función es altísimo. Si vamos a hacer una emisión de varias horas conviene que tengamos a mano un cargador para el móvil y que hayamos planificado un enchufe extra disponible en nuestra regleta.

• Fuente de voz

Que no se nos olvide que el móvil también sirve para llamar. Un recurso habitual en los programas de radio son las intervenciones telefónicas. ´Normalmente son conversaciones breves con invitados que no han podido acudir al estudio. Estas llamadas son un recurso muy útil que no debemos obviar durante la fase de producción de nuestro programa. Normalmente en los estudios de radio se utilizan híbridos telefónicos, unos dispositivos que cuestan varios cientos de euros y que necesitan unas características específicas en la línea telefónica.

Podemos evitar estos dispositivos utilizando nuestro móvil para hacer las llamadas. Para ello, tan solo tenemos que llamar desde nuestro móvil de forma normal, y cuando hayamos contactado con nuestro interlocutor conectaremos un cable a la salida de auriculares (el mismo que empleamos cuando usamos el smartphone como fuente de sonido) y al mismo tiempo ponemos unos auriculares sobre la zona del móvil en la que hablaremos para que nuestro interlocutor oiga lo que dicen todos los locutores de nuestro estudio. Estos auriculares conviene que estén a un volumen muy alto.

Estas llamadas pueden ser de telefonía convencional o también llamadas IP a través de aplicaciones como WhatsApp, Hangouts o Skype.

3. Difusión: construimos una comunidad

Cuanta más gente escuche nuestro programa y lo comparta, mejor. Sin embargo, más importante que llenar correos y redes sociales con mensajes de autobombo es crear una comunidad alrededor de nuestro proyecto radiofónico. Si somos permeables a lo que nuestra audiencia quiere, busca y necesita, será mucho más fácil establecer diálogos y crear lazos. Alimentar esta red por pequeña que sea inicialmente, nos aporta sentido y favorece tanto la continuidad del proyecto como su crecimiento a través de las aportaciones y comentarios de la audiencia, que participa y enriquece nuestras emisiones.

Es importante también que veamos la difusión de nuestro programa como una herramienta más de creación de esa comunidad de oyentes, que no son pasivos sino que quieren formar parte de una u otra forma de nuestro proyecto. De esta manera, abriremos todos los canales posibles para facilitar la generación y crecimiento de la comunidad: aunque normalmente se hable de «seguidores» a todos los que «nos siguen» en redes sociales, hay que tener en cuenta que debemos cuidarles, respondiendo a sus interacciones y escuchando activamente aquellos comentarios y sugerencias que puedan llegar a hacernos.

Los objetivos de nuestra estrategia de comunicación deberían ser, por este orden:

• presentación: dándonos a conocer por todos los canales posibles;
• difusión: de nuestros contenidos para informar, formar, entretener,…
• retroalimentación: fomentando el diálogo/debate;
• asentamiento: creando una comunidad fuerte alrededor del proyecto.

3.1. Herramientas de difusión

Para conseguir una comunicación efectiva de nuestro proyecto, tenemos que diseñar una buena estrategia, que estará marcada por la definición que hayamos hecho del propio programa: el nombre, nuestros objetivos, los temas que vayamos a tratar… Podemos hacernos preguntas más complejas pero, al menos, éstas deberíamos tenerlas claras para establecer la base de nuestra comunicación externa.

Este paso es importante para elegir las herramientas más apropiadas según nuestras necesidades. Por ejemplo, si la gente a la que nos interesa llegar no usa Facebook habitualmente pero sí tienen correo electrónico, ganaremos tiempo y esfuerzo si tenemos una buena base de datos con sus contactos y les enviamos una newsletter con información de nuestros podcasts. Las energías que tenemos (individuales y como equipo) son limitadas, así que no las malgastemos abriéndonos perfiles que no podemos gestionar o cuando su uso no nos ayude a una buena difusión del proyecto.

Invita a tus oyentes a participar por redes sociales en todas las fases del programa: durante la preparación pide recomendaciones musicales, información sobre los temas y contactos para posibles invitados. Durante la realización invita a que comenten lo que se está diciendo y que hagan preguntas a los invitados. Y, después de la publicación, pide opinión, responde siempre a los comentarios y fomenta el debate sobre los contenidos del programa. Una labor de difusión muy vinculada al área de producción es enviar una copia del programa realizado a los invitados, que a su vez compartirán el programa en sus redes amplificando la difusión hasta círculos a los que nosotros no llegamos.

Además, estos invitados pasarán a formar parte de la comunidad que se estará creando en torno a nuestros programas de radio. Para elegir aquellas herramientas de comunicación y difusión más adecuadas, primero hagamos un repaso general a las más relevantes y, una vez conozcamos sus potencialidades y lo que nos pueden aportar, seleccionemos las que más nos convengan.

• Almacenamiento de podcasts

Una vez que ya hemos hecho nuestro programa, necesitamos subirlo a un repositorio de audio que nos permita compartirlo online. Podemos usar una de estas plataformas gratuitas: archive.org, iVoox o SoundCloud. Las tres nos ofrecen la posibilidad de incrustar el reproductor con nuestro programa en nuestra página web.

• Gestores de contenido

Si queremos tener un blog en el que vayamos actualizando los contenidos con los programas que emitimos, los CMS más utilizados e intuitivos son Blogger (Google), WordPress y Tumblr. En estas bitácoras podemos usar diferentes tipos de contenidos: foto, vídeo, texto y audio. Empleándolos bien, configuraremos un sitio interesante que no sólo contenga el enlace a un podcast.

• Redes sociales

Aunque hay miles de redes sociales, debemos buscar aquellas que sean más efectivas para la construcción de nuestra comunidad. Las hay genéricas como Facebook o Twitter, y las hay temáticas (o verticales) como Setteo (especializada en deportes de raqueta) o Facepets (especializada en animales de compañía). En todas ellas es importante que personalicemos nuestro perfil y las mantengamos vivas. Abrir redes sociales y no mantenerlas activas es una enorme pérdida de tiempo y energía.

• Correo electrónico

A veces, con eso de estar en el siglo XXI, nos olvidamos de que aunque no todo el mundo esté en redes sociales, prácticamente nadie vive hoy sin una dirección de e-mail. Hacernos con una lista de correos de gente interesada en nuestro programa y enviarles un boletín con los últimos podcasts que hayamos creado puede ser la mejor herramienta y la más directa para hacer crecer nuestra comunidad. Facilitemos que la gente se apunte (con un formulario en la web, por ejemplo) y usemos MDirector (software libre), MailChimp (software privativo) para enviar una vistosa newsletter.

4. Inversión económica

El equipo de radio del que estamos hablando se puede conseguir por unos 500€ (ordenador aparte). Como se ve en la siguiente tabla, el precio del equipo óptimo puede llegar a casi los 1.000€. En ambos casos se puede conseguir más barato buscando material en el mercado de segunda mano, donde es relativamente sencillo encontrar componentes a muy bajo coste.

Nota al pie: **Precios del 24/11/2016

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