Cómo hacer un espacio de cuidados

  • Pensad un horizonte compartido: saber cuáles son las metas que se seleccionan de manera común puede ahorrar mucho tiempo y evitar muchas frustraciones.
  • Cread espacios por los que tenga que pasar todo el mundo: generar comunidad y establecer vínculos entre todos fortalece el espacio, inventemos espacios de intercambio e interacción entre los diferentes.
  • No tengáis prisa: los espacios de cuidado requieren sus propios tiempos y aunque puedan parecer lentos, se convertirán en dinámicos y fácilmente evolucionables: un espacio de cuidados es un espacio paciente.
  • Basura emocional: inventad lugares en los que podáis deciros las cosas, las mejores y también las peores, que los problemas no se enquisten y que se pueda hablar de todo.
  • Juego de rol: muchas de las dinámicas necesarias en los cuidados se pueden entender como un juego que los haga más divertidos y llevaderos, que permitan utilizar el humor a la hora de vigilar la igualdad y el respeto entre los participantes.
  • Guardaos de los espacios sin conflictos: los espacios de cuidados no son espacios en los que no hay controversias o conflictos, sino los que ponen estos conflictos en el centro para ser gestionados.
  • Compartid, la unión hace la fuerza: utilizad la fuerza que tenéis juntos para trabajar problemas que en soledad es imposible habitar.
  • Escuchad: inventad herramientas que os permitan prestaros atención entre vosotros y a los agentes vecinos que viven fuera, y dad a la escucha la importancia que tiene.
  • Disfrutad: no trabajéis en espacios en los que no disfrutéis, ni os sintáis voluntarios sacrificados; el espacio será un éxito si los que participan en él pueden sacarle el mayor partido posible.

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