- Conversar, conversar y debatir: Sobre lo que nos resulta importante, sobre lo que nos preocupa. La palabra de una persona vale tanto como la de otra. Entonces, practicar la escucha.
- Jugar para transformar y transformarse: A través de los juegos establecemos vínculos, descubrimos y desarrollamos capacidades. Jugar nos facilita la comunicación con los otros y colabora a reducir las tensiones. Nos divertimos, es decir, nos diversificamos.
- Activar: Dado que el teatro foro busca profundizar formas de cambios desde una construcción colectiva y comunitaria, es fundamental cuestionarnos ante cada situación de sometimiento e interpelarla.
- Animarnos a preguntar y a equivocarnos: Sabernos únicos y a la vez partes integradoras de la sociedad. Cada persona es completamente valiosa, por lo tanto, capaz de cuestionar al poder tanto social como político.
- Conocer la historia y los derechos adquiridos: Informarnos y formarnos para tener herramientas sobre nuestro poder colectivo.
- Considerar el derecho estético: Y no olvidar que esta forma de teatro lo es. Cuando decimos el teatro foro tanto en su dimensión estética como social, nos referimos a las maneras que tiene el arte para mostrarnos un abanico de posibilidades.
- Reunión: Porque en esta forma de teatro son las personas participantes, es decir, los espect-actores y las espect-actrices, quienes nos permiten ampliar el campo de nuestras miradas y acciones. Aprender a ver, a reflexionar, a escuchar al otro, son prácticas continuas que, incorporadas, nos hacen profundizar, disfrutar, estar de otro modo en nuestro lugar y con las demás personas.
- El teatro foro es una herramienta política y social: Y el hacer colectivo es una de las formas más hondas de transformar realidades personales y comunitarias.
Experiencias que buscan y habilitan un espacio común