Cómo hacer una unidad de compostaje

Cuando reciclamos un móvil en desuso, una caja de galletas o una lata de refresco, contribuimos a la recuperación de materias primas como el coltán, el cartón o el aluminio. Con esta pequeña acción evitamos la explotación de recursos naturales y la contaminación del medio ambiente (tierra, agua y aire). Pero ¿qué pasa con las sobras de la pizza, con el pan duro o con la fruta pocha que tiramos a la basura?

Cuando mezclamos los restos de comida (fracción orgánica) con envases, papel de aluminio, condones, pañales o colillas (fracción resto), todo acaba sepultado en un vertedero o quemado en una incineradora.

Terrenos en mal estado

Con esta acción impedimos la recuperación del valor que la materia orgánica tiene como abono o como gas natural y contribuimos al incremento de los gases de efecto invernadero.

Las instituciones europeas, conscientes del desaprovechamiento generalizado de los residuos, han establecido el año 2020 como fecha tope para reducir el 50% de la basura que va a parar a los vertederos y recuperar su valor (valorización). En España, los municipios son los responsables de la gestión de residuos que se la denomina ‘centralizada’ y la ciudadanía somos la clave para conseguir el objetivo europeo.

Descentralizar la materia orgánica

Diversos colectivos y plataformas estamos logrando que la materia orgánica deje de ser un costoso residuo que se trata de manera centralizada en plantas de gestión municipal y se convierta en un valioso recurso que los ciudadanos puedan gestionar de manera directa y descentralizada.

¿Cómo? En nodos de compostaje comunitario donde las personas de esa comunidad pueden llevar su materia orgánica y tratarla de manera directa en el mismo nodo mediante compostaje, o bien se composte en huertas y fincas agroecológicas de proximidad. Compostar es transformar todo aquello que un día estuvo vivo (materia orgánica) en compost.

Entrada huerto urbano

El abono natural de alta calidad resultante de esta acción es muy parecido al humus o tierra oscura y esponjosa que se encuentra en los bosques húmedos. Se trata de un proceso sencillo de fermentación de la materia orgánica (como ocurre con la masa madre del pan o el vino), en el que intervienen microorganismos (bacterias termófilas) que están de manera natural en el ambiente.

Cuando estos microorganismos disponen del oxígeno y la humedad adecuados, se pone en marcha un proceso de transformación de la materia en la que se desprende calor (hasta llegar a los 60ºC). El proceso se puede realizar en una compostera, enterrada en el suelo o en pilas al aire libre, así existen diversas manera de compostar según quién, cómo y dónde se haga.

Gráfico compost

Microcompostaje

Hecho por una persona con una pequeña cantidad de restos de comida en un recipiente como una botella de plástico (de 1 a 5 litros) en casa o en el aula. Con un móvil, una lupa, unas pinzas y unos tubos de ensayo podemos separar y observar mejor los diferentes invertebrados que viven en el compost y seguir en imágenes el proceso de transformación de la material orgánica en abono natural.

  • Misión: aprender a compostar observando a pequeña escala cómo se transforma la materia orgánica.
  • Dificultad: más fácil que pronunciar la palabra ‘esternocleidomastoideo’.

Esquema compost en botella

Compostaje doméstico

Hecho por una persona con los restos de comida de casa y en una compostera pequeña (de 30 a 50 centímetros de radio).

A veces, se puede acelerar el proceso añadiendo lombrices (vermicompostaje).

  • Misión: ampliar el conocimiento en la maestría compostadora con lombrices.
  • Dificultad: no hay que sacar a pasear a las lombrices y sus excrementos sirven de abono.

Compostaje comunitario

Hecho por varias personas con los restos orgánicos que se generan en su comunidad (colegio, vecindario…) en composteras de mayor capacidad ubicadas en huertos escolares o urbanos, parques, comunidad de vecinos…

Se puede empezar tratando los restos que genera la comunidad implicada en una compostera de 1m3, cuya capacidad de 1.000 litros permite tratan los restos de unas 80 personas o 25-30 hogares y obtener unos 180 kilos de compost. Luego podemos escalar la experiencia a tres composteras en línea de 1m3 con el triple de capacidad, donde se pueden tratar los restos orgánicos de unas 150 personas, cerca de 45-50 hogares.

El compostaje comunitario es una herramienta muy efectiva para establecer lazos más sólidos entre los participantes. Además de los vínculos y de la toma de conciencia sobre la producción de residuos, permite desarrollar actividades educativas y proyectos de ciencia ciudadana.

  • Misión: experimentar el compostaje en comunidad y escalar la experiencia.
  • Dificultad: la separación de la materia orgánica de la fracción de resto, el proceso del volteo, el desconocimiento sobre los ciclos de la materia orgánica y el miedo a los insectos son un interesante desafío.

Huerto en colegio

Agrocompostaje

Hecho por una persona agricultora profesional formada en la maestría compostadora y acreditada que trata los residuos orgánicos municipales en su huerta o finca agroecológica en composteras o en pilas al aire libre. El proceso de compostaje se puede optimizar y acelerar introduciendo gallinas (avicompostaje), cabras (capricompostaje) o varias especies (zoocompostaje).

Cuando la compostera de un nodo comunitario está llena, se puede optar por donar la materia orgánica de recogida a una huerta agroecológica de proximidad para que se composte allí. En ese caso, se requiere un esfuerzo extra para separar los restos orgánicos y garantizar que estén limpios de residuos inorgánicos (plásticos, aluminios u otros).

  • Misión: seguir reciclando la materia orgánica y reducir la compra y los costes de la compra de abono industrial a las personas agricultoras.
  • Dificultad: si vivimos en una gran ciudad, encontrar una pequeña finca agroecológica puede resultar una tarea bastante complicada.

Recogida

 

Misión cooperar y compostar

El compostaje comunitario o descentralizado es la manera social, económica y ambientalmente más eficiente de gestionar los residuos orgánicos municipales.

Combinando las modalidades anteriormente descritas, los municipios urbanos con mucha población podrían gestionar hasta un 20% sus residuos orgánicos, mientras que los municipios rurales, independientemente de la cantidad de población, pueden aspirar a una gestión del 100% de este tipo de residuos.

Esta guía tiene un triple objetivo:

  • compartir algunas nociones básicas sobre cómo recuperar la materia orgánica mediante compostaje,
  • mostrar cómo ponemos en marcha un nodo de compostaje comunitario en el colegio
  • y lo sencillo que resulta contribuir a mejorar el medio ambiente.

Para alcanzar nuestra misión, te vamos a proponer un itinerario que consideramos fundamental:

  • entenderás de manera sencilla el proceso de compostar,
  • experimentarás lo aprendido con más gente a pequeña escala,
  • compartirás estas prácticas para que otras personas se animen a crear nuevos nodos.

¿Nos ponemos manos a la obra?

Trabajadores en compost