
El manifiesto es un vehículo de expresión colectiva con muchas facetas, dirigido a comunicar en público todo tipo de posiciones y credos antagonistas sobre cualquier aspecto de la vida en común que se quiera transformar. Surgido en la Modernidad como una forma de discurso revolucionario, un género de literatura política al margen de las instituciones y una vertiente del periodismo militante, su uso se ha diversificado tanto con el paso del tiempo que hoy se aplica a una infinitud de temáticas heterogéneas y es el género predilecto de la disidencia cultural.
A caballo entre la oralidad y la escritura, es una manifestación que no depende de un solo medio de comunicación porque su objetivo es viajar de boca en boca, aquí y ahora, hasta culminar en la acción que enuncia movilizando a su audiencia. Se puede traducir a texto, imagen y sonido a fin de difundirlo por todos los medios disponibles. Sin embargo su estilo presenta rasgos habituales que permiten identificarlo como un género a pesar de los cambios que ha experimentado desde su nacimiento hace más de doscientos años.